Hace décadas la industria que engloba al azúcar ha responsabilizado a las grasas como la causante de la obesidad. Gracias a esto, la ingesta de endulzantes a nivel mundial se disparó siendo consumidos en grandes cantidades incluso por personas que buscaban bajar de peso. Sin embargo, investigaciones recientes apuntan a que el exceso de carbohidratos simples, y especialmente de azúcares añadidos, son el principal problema en las dietas actuales, convirtiéndose en los protagonistas detrás de epidemias como la obesidad y diabetes.

Aunque no lo queramos, consumimos azúcares añadidos al comer pan o galletas saladas, cuando usamos aderezo en ensaladas, al desayunar yogurth con cereal o en comidas tan obvias como postres o bebidas. Se podría decir que prácticamente la podemos encontrar en la mayoría de los alimentos industrializados que ingerimos.

En base a un estudio publicado recientemente por The New York Times, el problema radica principalmente en que los endulzantes añadidos son ricos e hipercalóricos, y la consecuencia de consumirlos es que queramos comer de más, ya que engañan a nuestro cerebro para no sentir saciedad y así creer necesitar una mayor cantidad de comida.

 

Consumo de azúcares añadidos en Chile

Dentro de lo dulce que puede resultar hablar de esto, la realidad de nuestro país tiene un dejo bastante amargo. Según la empresa de investigación de mercado Euromonitor International, actualmente ocupamos el segundo lugar en consumo de azúcares añadidos del mundo, debido principalmente a la alta ingesta de bebidas endulzadas y snacks.

La Organización Mundial de la Salud recomienda consumir no más de 50 gramos de azúcar por persona diariamente, pero en Chile este índice se dispara alcanzando los 141,2 gramos per cápita, prácticamente triplicando el límite sugerido por este organismo.

Como consecuencia de este lamentable panorama, de acuerdo a la Tercera Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, en nuestro país hay casi dos millones de personas con diabetes, 600 mil más que en 2010. En aquel momento el 0,4% de las personas entre 15 y 24 años padecían este mal, mientras que ahora esa cifra aumentó a 1,8%. Lo mismo ocurre con la población de 25 a 44 años, que pasaron de un 3,8% a 6,3% en los últimos siete años. De esta forma, esta epidemia se ha transformado en una situación crítica de salud pública con una prevalencia del 10%, es decir, 1 de cada 10 chilenos es diabético.

Es por esto que en Chile se está enfrentando este problema a través de estrategias preventivas impulsadas por el Minsal. Ahora bien, cuando ya se presenta esta enfermedad es importante saber que la diabetes se puede tratar, controlar y prevenir sus complicaciones. Por lo tanto, un mayor acceso al diagnóstico, y en especial al tratamiento adecuado, son componentes fundamentales para contrarrestar las consecuencias esta epidemia.

Por lo mismo, el diagnóstico y tratamiento de la diabetes tipo 1 y 2 está cubierto de por vida a través del GES, transformándose en una de las principales estrategias del gobierno para contribuir a reducir la morbimortalidad asociada a enfermedades cardiovasculares y diabetes en nuestro país.

En ese sentido, el Estado ha realizado compras superiores a los $18.650 MM en insulinas durante estos últimos 12 meses para cubrir toda la demanda generada a lo largo de Chile, sobrepasando ampliamente las transacciones del período anterior (MAT febrero 2017 $11.100 MM). Es importante recalcar que el 62% de las compras corresponde a la Insulina NPH ($11.469 MM), que al ser humana de acción intermedia, se utiliza para cubrir entre comidas el azúcar presente en la sangre y satisfacer el requerimiento de insulina durante la noche.

Revisa a continuación el detalle de las principales compras de Insulina realizadas por el Estado y el desempeño de los compradores y laboratorios destacados: